lunes, 3 de abril de 2000

Poder verde



Perdona si perturbé tu alegría por llamarte aburrida.

Perdona porque yo no pienso eso de ti, porque de eso nada tienes.

De lo que tienes demasiado, niña bonita, es de capricho y orgullo, soberbia y adolescencia.

Y con eso revolviste mi pasión y alborotaste mi mente, despertaste sensaciones olvidadas y deseos incontenibles de atrevido triunfo.

Porque quiero hacerte entender algunas cosas y hacerte conocer otras.

Y quiero que mi recuerdo quede fresco en tu piel y tus sueños hasta que regrese a buscarte.