domingo, 17 de junio de 2001

En clase

El viento cantor susurra zumbantes secretos infinitos en mis cansados oídos reflexivos.

Se va a casar y la gente suelta sus imprudentes lenguas, diciendo que está esperando.

Así fuera verdad, no quisiera mencionarlo. Menos frente a inconcientes estudiantes frívolos y desorientados, solitarios.

¿Qué es la felicidad? Ni siquiera lo saben, menos la podrán buscar... ¡No! No se debe buscar... ¿Y tú qué sabes? ¿Quién eres?

Transparente ubicación de los errores carga bien el último ejemplo de la tristeza que delatan sus labios y la humedad en sus ojos. La cantidad de actividad que hay detrás de ellos produce un recurso normal contenido en el tiempo, deseado, proveniente... tiene tipos de querer.

Por escrito, una descripción que busca explícitamente políticas redondas de llegada. No es feliz.

Exitosamente, establece lo más indicado para rechazar por lo otros. Ella no lo sabe y salta de un lado a otro sin uso de memoria, lista entre el saber y sus recursos visuales. Diferencia única.

Se puede ver físicamente. El diagnóstico elegido por Mercurio. Copado, esperando, ocioso, sin necesidad de lógica.

Ya me cansé y siento que me mira. Debe ser por eso.

martes, 5 de junio de 2001

Amor platónico

La chica que me gusta no me da bola. No usa botas ni un pañuelo guinda en la cabeza. No tiene un tatuaje ni un jean desteñido y gastado.